Los equipos con revestimiento de vidrio se fabrican internamente siguiendo rigurosas normas de calidad internacionales, como ISO 9001:2015, DIN EN ISO 28-721 y ASME VIII.
Llevamos a cabo rigurosos regímenes de inspección a lo largo de todo el proceso de fabricación, empezando por la recepción de la materia prima y garantizando la total trazabilidad del material durante todo el proceso de fabricación.
SGL ha desarrollado una mano de obra cualificada certificada conforme a las normas ISO y ASME más recientes, capaz de fabricar productos con tolerancias estrictas y especificaciones de soldadura internacionales mediante soldadura robótica CNC de precisión. Nuestros soldadores codificados crean la fabricación de base que, a continuación, es acabada por expertos para garantizar la ausencia de imperfecciones en la superficie. Tras la fabricación y el mecanizado, todas las soldaduras se someten a pruebas no destructivas (NDT) de acuerdo con las últimas normas ASME e internacionales sobre recipientes a presión, para garantizar la integridad de las juntas.
Tras la fabricación, el producto se normaliza y se granalla para garantizar que todas las superficies estén limpias y tengan el acabado óptimo para la adherencia mecánica del revestimiento de vidrio.
Una vez aplicado el revestimiento de vidrio, el horno CNC automatizado de SGL efectúa la fusión entre las partículas de vidrio (normalmente por encima de 800 grados C) para curar el revestimiento uniformemente según normas de calidad precisas. SGL dispone de hornos internos de tratamiento térmico controlados por ordenador capaces de alcanzar temperaturas de 1000 grados C.
SGL inspecciona al 100% todos los recipientes y equipos a presión fabricados.
Nuestro proceso de inspección está totalmente detallado en nuestro Sistema de Gestión de Calidad ISO 9001:2015 y se respeta en todo momento, dada la criticidad de servicio de los productos que fabricamos.
También acogemos con satisfacción los puntos de espera de inspección del cliente durante el proceso de fabricación, en los que, en momentos previamente acordados, los ingenieros de calidad del cliente pueden inspeccionar los productos parcialmente fabricados. Esto suele ser necesario cuando la inspección no puede llevarse a cabo cuando el producto se encuentra en su fase final (por ejemplo, la revisión del acabado superficial en el interior de un recipiente soldado/sellado podría ser un punto de retención de inspección solicitado).